¿De qué va este curioso juego? Pues ciertamente, trata de recrear la II Guerra Mundial pero a un nivel muy genérico, con un tablero en el que encontraremos 5 teatros bélicos (Europa Occidental, Europa Oriental, Océano Pacífico, África y Oriente Medio y el Sudeste Asiático) con varias campañas cada uno, en las que los jugadores competirán por ser el bando con más puntos al final de la partida.

Si el jugador aliado alcanza los 25 puntos antes que el alemán, gana la partida. Pero si es el alemán el que lo hace antes, el aliado dispondrá de un turno adicional. Si se empata, ganan los aliados (como en la vida misma...).

No voy a entrar en detalle a explicar las reglas del juego, ya que vienen muy bien redactadas en el manual, que es bastante cortito. Pero sí que quiero comentar la mecánica del juego, que no es otra que la colocación de trabajadores. ¿Trabajadores? Llamémoslo así, aunque son tus fichas de ejército, pero sigue la mecánica de cualquier juego de colocación de trabajadores. En cada turno, coloco una ficha en la primera campaña disponible de cualquier teatro que esté aún abierto, aplico los efectos de la loseta tapada, si los hubiera, aumento el track del teatro tantos huecos hacia mi lado como indique el valor de la ficha colocada, y robo una nueva ficha de mi bolsita de tela (que son muy monas).

Y no tiene mucho más... Las casillas tienen unos efectos bastante sencillos de entender, como producir (aumentar el número de fichas disponibles en cada turno, que de normal son 3), propaganda (aumentar el track de puntos de victoria), bombardear (descartar fichas del enemigo para que disponga de menos opciones en cada turno), etc... 

Y así, se van sucediendo los turnos hasta que se produce una de las condiciones de victoria citadas al comienzo de esta reseña.

Por otro lado, he de hacer mención especial al modo solitario que tiene, en el que llevamos el bando aliado y tenemos que controlar la IA que llevará el bando alemán. Al principio es un poco farragoso, ya que hay que acudir al manual para ver en qué teatro, campaña y casilla coloca la IA y qué unidad escoge, pero no es algo que no se suavice con el paso de las partidas. Como veis en la imagen anterior, en mi primera partida en solitario en el nivel fácil, fui capaz de ganar por un punto en la ronda extra de la que dispone el bando aliado (¡por los pelos!).

También viene con una expansión, La Expansión Nipona, sobre un futuro utópico en el que los alemanes hubieran ganado y se enfrentaran con los japoneses para repartirse Estados Unidos (si lo viera Donald...). Dicha expansión incorpora un nuevo tablero y fichas para el bando japonés. Aún no he tenido tiempo para probarla, en cuanto lo haga subiré mis impresiones a través de la cuenta de Instagram @pechuquizz.

Así que Blitzkrieg! La WWII en 20 minutos es eso, un juego que se puedo considerar filler, y que, como su título indica, se juega en unos 20 minutos. Disfrutarás, y mucho, si no buscas la fruta pero sí la golosina, que en este caso es igual de adicta pero para nada insana. 

¡Hasta más ver, mein Freund!